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Dulces de Semana Santa: huevos, monas, “panquemaos”, torta de pasas y nueces…

Dulces de Semana Santa: huevos, monas, "panquemaos", torta de pasas y nueces... 2

 

Ayer estuve en el centro de Castellón y pasé por delante del escaparate de la panadería Macián Sidro de la calle Mayor y, como no me quiero perder en palabras, mejor unas imágenes:

 

Escaparate de Macián Sidro: ¡una maravilla!

Continué andando calle abajo y me tropecé con el escaparate de la pastelería Benages. Otro maravilloso escaparate:

Escaparate de la Pastelería Benages

Algo que me llamó la atención de ambos escaparates fue la gran presencia de huevos de chocolate.  “Huevos” y “chocolate” son “sinónimos”  de Semana Santa, cuando la estación cambia de invierno a verano. ¿Conocéis la historia de esta tradición y por qué celebramos estas fiestas con huevos de chocolate?

Desde tiempos antiguos al huevo siempre se le ha relacionado con la fertilidad, con un nuevo principio y con el renacimiento. A medida que la Cristiandad se propagó a través de Europa absorbió e incorporó muchas creencias y costumbres paganas. Como símbolo de una nueva vida, el huevo representaba la resurrección de Jesucristo.

La decoración de los huevos es una costumbre que precede a la cultura Cristiana. Culturas de diferentes partes del mundo decoran huevos en diferentes épocas del año.  En los siglos XVII y XVIII nació la idea del juguete con forma de huevo. Se hacían, se vendían y se regalaban a los niños en Pascua. A menudo se rellenaban con dulces.

Se cree que los primeros huevos de Pascua de chocolate se hicieron en Alemania y Francia en el siglo XIX.  El primer huevo de chocolate en Reino Unido se creó en Bristol por la compañía lJ. S. Fry & Sons, Ltd., compañía británica dedicada a la fabricación de chocolate . En 1847 la compañía produjo la primera barra de chocolate que se conoce como tal.  La mundialmente famosa CADBURY se hizo cargo de la empresa en 1971.

Otras compañías comenzaron a fabricar Huevos de Pascua y pronto el mercado del huevo de chocolate se extendió a América y otras partes del mundo.

Regalar huevos de chocolate en Domingo de Pascua no es solo una tradición consumista como algunos piensan. Su origen tiene una larga tradición que se ha vivido  a lo largo de generaciones desde hace muchísimos siglos. Si en vuestra familia existe la tradición de regalar huevos de Pascua a los hijos en Semana Santa, sería interesante que todos conociéramos algo más sobre esta bonita historia.

Los huevos de chocolate y el conejo de Pascua

La tradición de los huevos está muy arraigada en Estados Unidos, en centro  Europa y sobre todo en Inglaterra. Los cristianos católicos que seguían la abstinencia de la Cuaresma, no podían comer  huevos ni productos lácteos, entre otras cosas, Una vez terminada la Cuaresma se regalaban los huevos  a los hijos.

Aunque se siguen regalando huevos de gallina en muchos países, desde el siglo XIX se regalan huevos de chocolate, los preferidos por los niños ¡claro!

Y me pregunto:  y el conejo, ¿qué pinta en toda esta historia?  Pues el conejo es  una fantasía inventada por los padres para ilusionar a los niños el domingo de Pascua. Los niños creen que es el conejo es el que trae los huevos. Los padres esconden los huevos de chocolate  la casa y los niños van a buscarlos el domingo de Pascua. El conejo es un personaje creado para la Pascua, como papá Noel se creó para la Navidad.

Ahora ya toca hablar de las costumbres en la zona del Mediterráneo, con recetas propias muy características:

“Mona de Pascua”

La Mona de Pascua es un bollo a base de harina, huevo, azúcar y sal acompañado con un huevo duro colocado en la superficie.

La forma original de la “Mona de Pascua” era un «panquemado» redondo (un bollo que se vende durante todo el año), pero incorporaba un huevo duro en la parte superior.

La mona es un dulce muy generalizado en la zona de Cataluña, Valencia, Baleares y Murcia y cada vez más extendido a otras zonas de España.

La tradición marca que el padrino de bautizo o abuelo regale al niño una mona en Pascua.

En aquellas comunidades en las que el Lunes de Pascua es festivo se aprovecha este día para comerse la mona y suele ser habitualmente a la hora del postre o la merienda.

Fue en el  siglo XIX cuando se empezaron a hacer las monas tal y como las conocemos hoy en día, en el que los huevos duros están siendo reemplazados  por otros de chocolate y se comienzan a adornar y llenar de figuras, teniendo poco que ver con las sencillas y  tradicionales monas de pascua de antaño.

Son varias las fuentes que señalan que el origen del nombre de “mona” proviene de la munna término árabe que significa «provisión de la boca», regalo que los moriscos hacían a sus señores.

A continuación os dejo un link a  la receta de la Mona de Pascua clásica: Como preparar tu propia mona de Pascua  por si os animáis a prepararla.

El “panquemao”

En la Comunitat Valenciana la mona de Pascua adopta otro nombre durante el resto del año, el «panquemado» o “panquemao”.  Este dulce se elabora con la misma masa de la mona, pero no incorpora las características decoraciones ni el huevo duro propios de este lunes de Pascua.

Panou, mona, toña, fogaseta o panquemado. Hay muchas formas populares de llamarlo. La cuna del panquemado es Alberic.

A los que nunca lo habéis probado ¡os lo recomiendo!. Lo podéis encontrar también en el Corte Inglés en estas fechas. Se elabora artesanalmente con ingredientes básicos como leche, huevos, harina, levadura, azúcar y algún secreto marca de la casa. La masa se trabaja con mucho cariño, como se hace todo en la cocina,  y se deja reposar para que, una vez horneado, este bollo tan especial quede dorado por fuera pero blanco y esponjoso por dentro. Suele decorarse con azúcar espolvoreado y coronarse con espuma de huevo, adorno que siempre se come el más avispado por lo buenísimo que está  ¡me encanta!,

Se trata de un dulce que se elabora durante todo el año y es ideal para tomarlo a media tarde acompañado de  un buen chocolate o café. Ahora bien, en Semana Santa la tradición valenciana lo ha convertido en protagonista y le ha otorgado la popular denominación de ‘Mona de Pascua‘, siendo costumbre comerlo junto a un huevo duro.

En estas fechas las ventas se disparan por toda la provincia y, muy especialmente en Alberic, donde los pasteleros y panaderos elaboran más  de 60.000 panquemados para satisfacer la demanda que les llega desde todas partes.

Y es que nadie se resiste a un dulce tan tradicional que incluso tiene su propia fiesta. El 8 de octubre se celebra el ‘Día del Panquemado‘, en el que se organiza una gran ‘chocolatà’ para acompañar a los panquemados que el Gremi de Forners en Alberic reparte a todo el que se quiera acercar.

Coca de nueces y pasas

Otro dulce de estas fechas, que a mi particularmente me gusta mucho, es la coca de nueces y pasas.  La receta es muy sencilla:

Ingredientes: 250 gr de azúcar, 1 kg de harina, 3 huevos, 25 gr de levadura, 1 vaso de leche, 1 vaso de aceite, ralladura de piel de limón y un puñado de frutos secos: pasas, nueces y almendras.

Así se prepara: Se mezclan los huevos con el azúcar, el aceite, el limón rayado y la leche. A continuación deshacemos la mitad de la levadura y la mezclamos con harina poco a poco hasta que se haga todo una pasta. Una vez hecha la pasta se le añaden los frutos secos y el resto de la levadura.

Cuando la masa se haya endurecido, le dais la forma a las cocas. Formar bolas y estirarlas para que queden de aproximadamente un dedo de grosor ya que crecerán.

Ya por último lo introducís en el horno ya caliente, a unos 160 grados, durante media hora aproximadamente.

Los mas perezosos podéis encontrarlas en el Corte Inglés e incluso en Mercadona, pero solamente en estas fechas.  ¡Yo ya tengo una en mi alacena!

¡FELICES PASCUAS Y DISFRUTAD DE ESTOS MAGNÍFICOS DULCES!!

 

 

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