Para la gran mayoría de consumidores los robellones son los reyes de los hongos por excelencia.
Los robellones están entre las setas más buscadas y consumidas en España, con permiso de la seta de cardo y los boletus.
A los robellones se les conoce también con otros nombres como níscalos, o mízcalos. Es una seta muy fácil de reconocer para los no expertos. Hay varios tipos de robellones o níscalos y los más comunes son “lactarius”. En el caso del “lactarius deliciosus” cuando lo cortamos destila un líquido de color naranja, de ahí el nombre de “rovelló”, que en valenciano significa “oxidado”.
Para limpiarlos es suficiente pasarles un trapo húmedo y con la ayuda de un cepillo, o el filo de un cuchillo mojado, eliminar los restos de hierbas o tierra. Examinadlos con cuidado para detectar posibles parásitos.
Si los queremos conservar naturales durante un par de días los guardaremos en el frigorífico en la zona de las verduras. Para congelarlos debéis cocinarlos antes y envasarlos al vacío.
Aunque podéis cocinarlos de diversas maneras, a la plancha es una buenísima opción para disfrutar de unos níscalos riquísimos.
robellones a la plancha
Ingredientes
Preparación