Mermelada de mandarina

Mermelada de mandarina

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Vuestro desayuno será especial con esta mermelada de mandarinas casera. Ya sea con tostadas, croissants o bollos, esta mermelada es el acompañamiento perfecto. ¡Me inclino por la opción de tostada  y mermelada de mandarina, con o sin mantequilla! Probad también la tostada con aceite de oliva y mermelada.

Su proceso no es complicado pero su preparación requiere de mucho tiempo, sobre todo porque hay que esperar 24 horas para que la mandarinas se maceren.

La preparación de la mermelada empieza, como en cualquier tipo de conserva, con un lavado perfecto de la fruta. Las mermeladas se preparan cociendo la fruta muy triturada en azúcar.  El tiempo de cocción dependerá  de lo madura que esté la fruta, de la cantidad de azúcar, de la fuente de calor e incluso del clima. Por eso los tiempos son indicativos. Para comprobar si la mermelada está hecha, introducid una cuchara de madera, retiradla y mantenedla horizontal hasta que la masa empiece a enfriarse y se adhiera ligeramente. Poned la cuchara en vertical y dejad que gotee; si las últimas gotas se estiran y no llegan a desprenderse entonces la mermelada estará ya en su punto.

La cantidad de azúcar a utilizar debe estar en una proporción superior a 60 partes en peso de azúcar por 100 de pulpa, de lo contrario la mermelada no se conservaría bien y fermentaría. El azúcar debe añadirse paulatinamente, a medida que se va calentando la pulpa, removiendo constantemente, para que no se enfrié ni se pegue a las paredes.

Recordad que la olla en que cozáis el preparado debe ser de acero inoxidable o de hierro esmaltado pero nunca de cobre. Los utensilios también de acero inoxidable excepto las cucharas que deben ser de madera.  Los tarros de envase deben tener una capacidad máxima de 300 a 250 gramos. Para calcular cuantos tarros necesitaréis contad que, aproximadamente por cada kilo de fruta se preparan 1.750 gramos de mermelada.

Es conveniente que después de lavar los frascos, que vais a utilizar para conservar la mermelada, los esterilicéis sumergiéndolos en agua en ebullición durante 10 o 15 minutos. Los dejáis escurrir y secar antes de llenarlos. Los tarros deberéis llenarlos por completo, de forma que cuando se enfríe la mermelada al contraerse dejará una pequeña cámara de aire entre la superficie y la tapa del frasco.

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Mermelada de mandarinas

Ingredientes

Para unos 6 frascos:

  • 1 kilo de mandarinas
  • 1 limón
  • 750 gramos de azúcar

Preparación

  1. Un día antes, lavad bien y secad las mandarinas. Cortad el tallo de la parte superior. Pelad las mandarinas  y cortad las cortezas en juliana. Si dejáis el albedo, la parte blanca de la corteza, la mermelada resultará más amarga.  Si no os gusta rascadlo para eliminarlo.
  2. Cortad por la mitad las mandarinas y exprimidlas, reservando el jugo extraído y la pulpa, cortadita muy pequeña, en un recipiente grande y echad las cortezas dentro.
  3. Tapad el recipiente con un paño limpio y lo dejáis macerar durante 12 a 24 horas en un lugar fresco o en la nevera.
  4. Al día siguiente, pasad el contenido del recipiente a una olla y agregad el azúcar. Removed bien todo con una cuchara de madera para que el azúcar se distribuya bien y se disuelva. La cocción a fuego lento debe durar entre 2 horas y 2 horas y media. A media cocción añadís el zumo del limón.
  5. Para saber si ya está hecha comprobad la consistencia. La mermelada debe estar espesa pero no dura, con un color brillante y la ralladura de la piel tiene que estar casi transparente.
  6. Retiradla del fuego y rellenad los tarros hasta arriba del todo. Colocad un papel de film transparente tapando los tarros y luego la tapa. Dadle la vuelta al tarro y mantenedlos así hasta que se enfríen por completo.

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Tips:  Si observáis que:

  • la mermelada os ha quedado demasiado líquida tendréis que añadir más azúcar y repetir la cocción
  • el azúcar de la mermelada ha cristalizado puede ser por exceso de cocción o por falta de ácido. En el primer caso podéis añadir un poco de agua y volver a calentar. Si es por falta de ácido calentadlo de nuevo y añadís un poco de zumo de limón.
  • aparece en la superficie de la mermelada una capa de moho, se deberá a que el envase está mal tapado o que la habéis almacenado en un lugar húmedo. Entonces tendréis que eliminar el moho y volver a calentar hasta llevarlo a ebullición. Si la infección causada por el moho es extensa añadid media cucharadita de bicarbonato sódico por kilo y podréis aprovechar la mermelada.
  • si notáis un desagradable olor a agrio es debido a la baja concentración del azúcar, normalmente por una cocción insuficiente En este caso mejor TIRÁIS LA CONSERVA PARA NO CORRER RIESGO DE INTOXICACIÓN.

 

 

 

22 Comments

  1. A mi la mandarina no me gusta, si su madre la naranja amarga, no me gusta ni la tarta de mandarina ni algunos de sus zumos no no no… Soy Scrooge, lo siento 🙁

  2. I do like oranges, tangerines in the morning!

  3. Exquitisita al igual que la de naranja amarga.

  4. Must be very good! 🙂

  5. Qué delicioso. Gracias por compartir esta receta.

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