Cuando leí el artículo: The Magic of Batch Cooking descubrí que precisamente eso es lo que yo he estado haciendo durante muchos años mientras trabajaba, “batch cooking”, o lo que es lo mismo cocinar en un día las comidas de toda la semana. Normalmente me reservaba siempre el domingo por la mañana.

Puede coincidir que la persona que se ocupa de la cocina en casa tenga un ritmo de vida bastante frenético (trabajo, niños, estudios, etc.), y salga muy temprano de casa, y vuelva muy tarde, prácticamente a la hora de cenar, sin tiempo -ni ganas- de nada.
En mi caso, por muy agotadora que fuese mi jornada y el poco tiempo que tuviese, siempre he tenido muy claro que la prioridad es que mi familia coma lo adecuado. De ello depende también nuestra salud. Así que me ha tocado organizarme durante mucho años para llegar a todo… o intentarlo al menos.
La planificación de las comidas, batch cooking, elimina parte del estrés en la cocina y el gasto excesivo. ¿La forma más fácil de simplificar vuestras comidas? Cocinad comidas simples. ¡De Verdad! No todas las comidas tienen que ser un festín gourmet. Podéis preparar platos como pasta, guisos, legumbres, sopas, etc.
BATCH COOKING: PLANIFICAR LOS MENUS
Lo importante es tener un plan y todo es mucho más sencillo. Hay que saber qué se va a comer cada día de la semana: es decir, planificar los menús. Así, una vez tenemos esto claro, hay que anotar en la lista de la compra aquéllo que no tenemos en stock en casa. Una consecuencia de seguir esta costumbre es que se va al supermercado con una lista y así no se compra ni de más ni de menos.
UN DÍA PARA COMPRAR, OTRO PARA COCINAR
No tengáis la tentación de comprar y cocinar el mismo día. Es pesado. Comprar siempre os llevará una o dos horas. Además, cuando trabajamos, se suele comprar un solo día a la semana, máxime dos, y después de la compra tenemos que guardar todo en bolsas, llevarlo al coche, subirlo a casa y guardarlo en la alacena y/o frigorífico. Para cuando terminamos estamos molidos. Por supuesto ya no te quedan ganas de entrar en la cocina y menos de cocinar durante varias horas. ¡No se trata de convertirnos en mártires!
ORGANIZAR LA LISTA DE COMPRAS POR DEPARTAMENTO
Si organizáis la lista de la compra por departamento (por ejemplo, lácteos, carne, verduras y frutas) ganaréis tiempo y no correréis el riesgo de que se os olvide algo. De lo contrario, si no hay ningún orden en vuestra lista, tendréis que ir de un lado a otro, de pasillo en pasillo.
LUZ VERDE A LA COMPRA DE PRODUCTOS SEMIPREPARADOS
Preparar vuestros propios productos puede ahorraros bastante dinero. Sin embargo, cortar, rallar y preparar también puede llevaros bastante tiempo. Hoy en día tenemos ensaladas ya elaboradas y listas para aliñar o verduras ya lavadas y cortadas listas para cocinar al vapor en el microondas en su propio envase y salsas de tomate muy decentes, que pueden hacernos más fácil la vida. A veces la conveniencia de estos productos semi preparados supera el ahorro de costos. Otra opción son las verduras congeladas que a menudo contienen niveles más altos de nutrientes porque se congelan rápidamente en el momento de la cosecha, a diferencia de muchas verduras “frescas” que se deterioran durante el transporte.
APROVECHAD LAS SOBRAS
Si vais con idea podéis aprovechar y hacer de más en la comida del domingo, por ejemplo paella, y podéis repetir el lunes o martes, ¡que no nos vamos a morir por repetir una comida!
También es buena idea dejar raciones preparadas en el congelador cuando se preparan canelones, lentejas, potaje, etc. …. hay muchísimas cosas que se pueden congelar. La pasta la suelo congelar directamente en cazuelitas (ver cazuelitas en Amazón) que pueden meterse directamente en el horno.
COMO CONSERVAR LOS ALIMENTOS COCINADOS
Uno de los problemas es que a veces no se nos ocurre qué tipo de comidas se pueden cocinar con antelación y conservar en el congelador o en la nevera (si sólo se van a conservar uno o dos día). Algunas ideas:
- En el frigorífico: guisos en general , legumbres cocidas, canelones, lasaña, pastas en general, ensaladilla rusa, arroz, sofritos, cremas y purés, pasteles de pescado, de carne, etc.
- En el congelador: Guisos con legumbres; potaje, lentejas….caldos, cremas y purés (aunque al descongelar pueden tener un aspecto extraño, simplemente calentadlo y removed y añadid un pelín de agua o leche si es necesario), verduras ya cocinadas; pisto, salteados, hervidos…
Hay que seguir unas reglas, al guardar los alimentos en el frigorífico o congelador, para mantener en buen estado los alimentos el mayor tiempo posible:
- Guardad las sobras en un recipiente poco profundo para acelerar la refrigeración y con tapa. Nunca lo guardéis en el recipiente en el que lo habéis cocinado. Hay en el mercado muchos recipientes herméticos que pueden congelarse, pueden meterse en el microondas y en el lavavajillas (Amazón)
- Los alimentos cocinados no pueden dejarse a temperatura ambiente. Si vais a guardar las sobras guardadlas antes de transcurridas 2 horas desde que lo habéis cocinado y máxime en verano. A más calor, más bacterias. En la nevera deberán estar por debajo de loa 5º y al recalentar las sobras hacedlo a más de 60º de temperatura.
- Es conveniente que pongáis la fecha en los recipientes y los paquetes antes de congelarlos.
- Proteged a los alimentos del frío del frigorífico, de posibles patógenos y de la contaminación. Emplead aluminio, film transparente o recipientes de vidrio o plástico herméticos para protegerlos. (Amazón)
- Muchas de las sobras reutilizadas acabaréis calentándolas en el microondas. Recordad que siempre debe estar cubierto el alimento para que retenga la humedad y adquiera temperatura de forma uniforme. Tened también en cuenta que no todos los ingredientes se calientan a la misma velocidad y que las piezas mas grandes necesitan más tiempo. La calidad del producto disminuye cada vez que se recalienta: calentad solo aquello que os queráis comer.
El tiempo, mucho o poco, es vuestro. ¡Inventaos en la cocina y pasadlo bien! Adoptad el batch cooking.