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El largo camino hacia la normalidad

El largo camino hacia la normalidad 1

Todavía nos espera un largo camino hacia la normalidad, pero ya hemos dado un paso más y las cafeterías, bares y restaurantes de Castellón, la ciudad donde vivo, reabrieron sus terrazas el lunes pasado en el primer día de la Fase 1 de la flexibilización de las restricciones de coronavirus.

Hoy he visitado una de estas terrazas para almorzar. Me siento muy feliz. Me siento normal y viva. Comer un bocadillo y tomar un café ha resultado increíble. Es como si la vida comenzara de nuevo.

Después de tanto tiempo confinados en casa, bajo medidas de seguridad e higiene extremas, ahora podemos salir e incluso quedar con familia o amigos a tomar algo en una terraza.

Terrazas en Castellón tras el confinamiento. Fotografía El periódico Mediterráneo

A los bares ubicados en territorios que ya han iniciado la Fase 1 de la desescalada se les ha permitido abrir sus terrazas a la mitad de su capacidad normal. España ha sido uno de los países del mundo más afectados por la pandemia. Tras dos meses de confinamiento obligatorio, se vislumbra la posibilidad de retomar nuestra vida normal…o casi.

Un tiempo magnífico, casi de verano, ha acompañado desde el primer día en que abrieron las terrazas. Las temperaturas, muy agradables, ayudan a que apetezca sentarse en alguna de las terrazas que ya han abierto. Todavía muy pocas.

He visto a gente de todo tipo sentada en las terrazas: jóvenes y mayores, familias y amigos. Como hay menos mesas, mucha gente tiene que guardar turno para poder sentarse. Pero no importa. La vida ahora tiene otro tempo. Si llevamos dos meses esperando, por esperar un poco más no va a pasar nada.

Cuando una mesa queda libre el personal de la cafetería, que obligatoriamente llevan mascarilla y guantes, desinfectan concienzudamente las sillas y las mesas.

Una bendición poder volver a tomar un buen carajillo en un bar de Castellón

Llama la atención la buena concienciación de todos. Se respira respeto y amabilidad. Todo el mundo está respetando los turnos y las distancias. .

Os puedo asegurar que estaba deseando tomarme ese bocadillo y ese café de bar recién hecho. Me ha sabido a gloria.

Mi primer bocadillo de la desescalada
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