Icono del sitio COMMEMEMUCHO

Judías verdes con tomate y bacon

judías verdes con bacon y tomate

Las judías verdes con tomate y bacon es mi plato favorito para disfrutas las judías verdes. El bacon le agrega una gran textura a este plato.

Las judías verdes guisadas con tomate y bacon son un acompañamiento clásico. También las podemos servir como un primer plato.

Afortunadamente, las variedades modernas de esta verdura, nativa de america, ya no tienen “hilos” a los lados de las vainas que debían eliminarse antes de cocinarlas.

Las judías verdes no solo son un alimento agradable de sabor y bajo en calorías, sino que también proporcionan muchos nutrientes clave. Las judías verdes tiernas y jóvenes son una buena fuente de vitamina C, fibra dietética, ácido fólico, vitamina K y silicio (necesarios para huesos sanos, piel y cabello).

Las judías verdes se cultivan preferentemente en verano pero las tenemos disponibles frescas, congeladas o enlatadas durante todo el año. Si compramos judías verdes frescas, debemos comprobar que sean de un verde brillante, que tengan una textura crujiente y pocas (o ninguna) imperfección.

Aguantan bien en el frigorífico, dentro de una bolsa de plástico hasta una semana. No las lavéis ni cortéis hasta que las vayáis a utilizar porque aceleraría el deterioro de las judías.

Si las queréis congelar, cocinadlas primero: Cortad las puntas, lavar y trocear. Escaldad 3 minutos y guardad en bolsas de plástico. Para su consumo hervir sin descongelar en agua salada durante 5-7 minutos.

Si se almacenan adecuadamente, las judías verdes congeladas pueden durar de tres a seis meses.

¡Este plato de judías verdes es fácil de hacer y está lleno de sabor gracias al bacon!

Judías verdes con tomate y bacon

Ingredientes

Ingredientes para 2 personas:

  • 250 gramos de judías
  • 1/2  cebolla grande o 1 pequeña
  • 1 ajo picado
  • 1 hoja  de laurel (opcional)
  • perejil picado fresco o seco
  • 2 tomates de pera maduros rallados
  • 150 gramos de beicon cortado en taquitos
  • ½ vaso del agua de cocción de las judías
  • Sal y pimienta
  • Aceite oliva virgen extra

Preparación

  1. Lavad las judías, cortadles los extremos para eliminar las puntas, y cortadlas en trozos de aproximadamente 4 o 5 cm. Si son gruesas podéis cortarlas longitudinalmente. Coced las judías en agua hirviendo, que apenas las cubra, y con un poco de sal. Las judías verdes requieren poco tiempo, unos 5 minutos. Probad las judías a partir de los 5 minutos por si necesitaran un poco más pero recordad que quedan mejor si las dejáis con un toque al dente para que tengan una mejor textura y no se nos conviertan en puré. Cuando ya estén, sacad un poco de agua para añadirla a la salsa, pasad por agua fría y colad las judías .
  2. Cortad la cebolla en brunoise y pochadla junto con el ajo en un poco de aceite hasta que la cebolla esté tierna. Cuando la cebolla esté tierna añadid los taquitos de bacon. Seguid rehogando hasta que el bacon pierda toda la grasa y se ponga crujiente.
  3. Añadid los tomates rallados al sofrito de cebolla con el bacon. Salpimentad y añadid el laurel y el perejil seco picado. Si el perejil es picado fresco añadidlo al final, cuando ya esté cocido el tomate. Añadid el agua que habréis reservado de la cocción de las judías. Es importante que hagáis el sofrito a fuego lento.  No tengáis prisa ya que este sofrito es la base de la receta.
  4. Cuando ya esté  añadid la judías verdes y rehogad todo junto.

Notas

  • El tomate mejor natural. Para un buen sofrito los tomates tienen que ser naturales y tenemos que rallarlos o cortarlos en trocitos. Siempre se ponen al final y se cocinan a fuego lento. Si el tomate es de temporada no tendréis que añadir azúcar para regular la acidez.
  • La base del sofrito son la cebolla, el ajo y el tomate. También me gusta añadir pimiento pero tiene un sabor demasiado fuerte y compite con el sabor de las judías verdes. Por la misma razón, sólo pongo un poco de laurel y perejil al sofrito que acompaña a las judías.
  • Un buen aceite es básico. Lo mejor es utilizar aceite de oliva virgen y ser generosos con él para que no nos quede reseco. ¡Sin pasarnos!
  • El fuego siempre lento.
  • Removed de vez en cuando para que no se nos queme ningún ingrediente. Si es necesario corregid el aceite.
  • Tapad la cebolla cuando la estéis pochando. La cebolla debe quedar transparente y no dorada.

Una receta sabrosa y sana
Salir de la versión móvil