Navidad: consejos para recibir en casa durante el Covid-19

¿Cómo será la Navidad este año? Creo que ya no hay nadie que espere que sea exactamente como lo sería normalmente.

Es un poco pronto todavía para saber qué podremos hacer y qué no esta Navidad de 2020. Pero lo que es seguro es que no la olvidaremos nunca. Es importantísimo que interioricemos que deberemos actuar con sentido común para recibir en casa durante el Covid-19.

El Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre, por el que se declaró el estado de alarma para contener la propagación de infecciones causadas por el SARSCoV-2, ha marcado las nuevas reglas para las reuniones interpersonales. En el estado de alarma se establece la posibilidad de limitar la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados, con la excepción de los convivientes.

Aunque puede variar según las Comunidades, el número de referencia es seis, como límite para personas no convivientes. Esperemos que los números de la pandemia mejoren y permitan que la situación se alivie pero no hay que hacerse ilusiones.

Aunque los hogares con más miembros están exentos, la “regla de seis” significa que las reuniones familiares más grandes que involucren a abuelos, tías, tíos y primos podrían incumplir las regulaciones. Si continua aplicándose esta regla, y no hay muchas esperanzas de que cambie, entonces la “regla de seis” continuará aplicándose en la mayor parte de todo el país, independientemente de los pocos casos que haya en zona en particular.

Todo parece apuntar que las mesas de Navidad esté año serán como máximo para 6 personas.

Usar mascarilla y guardar las distancias

El primer consejo sería usar mascarilla dentro de casa cuando hay gente que no vive en la misma. Reconozco que, si bien las mascarillas son la mejor opción, es poco probable que las personas las usen cuando visitan a amigos y familiares en el hogar. En esta situación, deberemos esforzarnos por mantener el distanciamiento social “tanto como sea posible”. Esto incluye evitar los abrazos y pensar en cómo nos sentamos. Pensemos en sentar a los miembros de un núcleo familiar todos juntos y más alejados del otro núcleo familiar.

Si no podemos mantener debidamente las distancias por falta de espacio, y es algo que deberíamos tener muy en cuenta a la hora de decidir reunirnos, en ese caso es imprescindible que usemos mascarilla para una mayor protección. Y procuremos quitarnos la mascarilla únicamente en el momento en que estemos comiendo. Lo ideal sería que pudiésemos sentarnos intercalados, sin nadie enfrente sino en diagonal y a un metro de distancia como mínimo de las personas que tengamos al lado.

Un consejo: facilitad bolsas de papel (de esas tipo bocadillo) para que la gente guarde sus mascarillas en la bolsa (cada uno la suya por supuesto). Hay actos automáticos a los que no solemos prestar mucha atención y algo muy común es dejar la mascarilla sobre la mesa. Esto podemos verlo asiduamente en bares y restaurantes. Hay que evitar hacerlo, tanto fuera como dentro de casa.

Usar gel hidroalcohólico

Si facilitamos gel desinfectante hidroalcohólico en la entrada de nuestra casa evitaremos que todo el mundo vaya al baño a lavarse las manos.

Ventilar, ventilar, ventilar

Lo recomendable sería, mientras tengamos a personas no convivientes en casa, ventilar bien, abrir una ventana, pero evitando las corrientes, incluso si eso significa tener que abrigarse bien.

Limitar la manipulación de platos y bandejas

Cuando sirvamos la comida, procuremos servir todo en raciones individuales. Por ejemplo, si servimos unas patatas fritas de aperitivo, mejor sacar dos cuencos, uno para cada núcleo familiar. Durante la comida, evitemos pasarnos platos de unos a otros para servir. Si nos pasamos los platos, una persona tocará el cuenco y la cuchara y luego otra y luego otra.

Sirve la comida con unos cubiertos bien limpios y que no los toque nadie más. Te habrás lavado las manos concienzudamente. ¡Todas las veces que sea necesario! Los invitados lo comerán con sus cubiertos y luego, todo va al lavavajillas. Se trata de asegurarse de no transmitir ningún germen mientras se sirve la comida.

En el baño dejaremos a mano un producto específico para desinfección. Cuando los invitados vayan al baño, les deberíamos pedir cortésmente que rocíen con el producto desinfectante habilitado para ello y limpien cualquier superficie que hayan tocado antes de salir. Todos usan el inodoro y cuando lo hacen, tocan el asiento del inodoro, el pulsador de la cisterna, el grifo,…

Optemos también por facilitar toallas desechables de papel para el secado de manos.

Moderar el tono de la conversación

Todos estaremos muy emocionados ese día por poder pasar el rato con los seres queridos y “crear un ambiente de normalidad” pero, por el bien de todos, hablemos en voz baja.

No es necesario hablar en voz alta o gritar durante una conversación normal a distancias normales de conversación. Si llevamos mascarilla puede ayudar pero si no la llevamos, porque estamos comiendo, la cantidad de gotitas en aerosol aumenta enormemente si gritamos o cantamos. Lo mismo ocurre si nos reímos.

La Navidad es una celebración religiosa y nunca se “cancelará” formalmente, como las Fallas o los Sanfermines, pero es posible que debamos celebrarlo de manera más íntima este año y tomemos todas las precauciones posibles.

TIPS:

• Olvidémonos de los abrazos de bienvenida: Luchemos contra la necesidad de abrazar a amigos y familiares (¡tenemos ganas!).
• Limitemos la cantidad de superficies que los huéspedes puedan tocar. Limpiemos las mesas. Desinfectemos las superficies antes, durante y después de que lleguen los invitados.
• Artículos personales separados: este año nada de dejar grandes pilas de abrigos y bolsos sobre la cama. Los zapatos a la entrada o usemos fundas para el calzado. Mantengamos separados los abrigos, bolsos y artículos personales de los invitados de aquellos de la casa.
• Usemos vajilla, cubiertos y servilletas desechables.

Precauciones tras la visita

No hace falta que seamos unos histéricos y nos pongamos a hacer una limpieza general a fondo cuando nuestros invitados se vayan, pero si es una buena idea ventilar la casa y desinfectar las superficies que más se tocan, principalmente de la estancia donde se haya desarrollado la comida o la reunión. Imprescindible limpiar pomos, grifos, telefonillos e interruptores.