Icono del sitio COMMEMEMUCHO

Helado de carajillo de Castellón

Helado de carajillo de Castellón 1

¿A quién no  le apetece tomar un  helado de café  un día de verano? Hoy en día, las heladerías han roto el esquema de lo tradicional para dar paso a nuevas experiencias  reinventando la manera en la que se percibe y disfruta un helado al introducir en el mercado conceptos diferentes.

El artículo “Saborea tradición e innovación con este helado de pan y carajillo“, publicado en el Periódico Mediterráneo de Castellón,  nos habla del  “Helado de Carajillo” y esta basado en el tradicional  carajillo de ron o “cremaet”, considerado tradicionalmente el “complemento” perfecto después de un buen almuerzo.  En Castellón se sigue un protocolo particular de preparación: quemar el ron junto con dos granos de café, canela en rama, azúcar, un trocito de piel de limón  y se obtiene de esta manera un  “cremaet” con la crema o la espuma arriba, el café en el medio y el ron abajo.

Quizás los más jóvenes no están tan acostumbrados a esta bebida, el carajillo de ron o “cremaet”,  y esta preparación les parezca trasnochada… A mi en particular, me parece un sabor y un aroma espectaculares, de los que te animan a seguir una conversación en una sobremesa larga y transformado en helado de carajillo de ron o “cremaet” ni os cuento como está… así que mejor lo probáis. ¡Sensacional!

El Mediterráneo nos da  la receta en forma de helado y, además, añadiendo pan.   La receta combina los sabores del carajillo de ron, autóctono castellonense, junto con  el pan y el helado. 

INGREDIENTES: 100 gr. de miga de pan integral, 50 gr. de azúcar blanquilla, 4 huevos, 75 gr. de azúcar moreno, ½ litro de nata montada, una cucharada de piñones tostados, un carajillo de ron y sirope de frambuesa.

PREPARACIÓN: Picar las migas de pan y juntarlas con el azúcar blanco. Hornear a 190º durante 6 minutos y remover durante la cocción para que cojan color por igual. Cuando esté tostado, dejar enfriar y desmenuzar. Montar la nata e incorporar las migas frías y el carajillo frío. Mezclar bien y dejar en la nevera. Montar las claras a punto de nieve. Hacer una crema con las yemas y el azúcar moreno. Una vez listo, mezclar primero las yemas con la preparación de la nata y, a continuación, las claras a punto de nieve con movimientos envolventes. Poner en un molde, cubrir con film transparente y al congelador hasta que esté duro. Sacar y dejar que coja temperatura durante 3 minutos. Darle forma de bola y decorar con piñones y sirope.

 

Salir de la versión móvil