Cuando tenemos invitados procuramos hacer platos muy elaborados o recetas atractivas y, en cambio, cuando cocinamos para nosotros solos, hacemos algo más simple. Pero el hecho de que cocinemos para una o dos personas no quiere decir que el plato tenga que resultar triste.
Los filetes de lubina fresca los podéis encontrar ya preparados, pero también podéis optar por pedir a vuestro pescadero que os prepare una buena lubina fresca en filetes. La cabeza y las raspas las podéis usar para hacer un buen caldo de pescado.
Al añadirle a la receta los tomates cherry el plato queda más colorido y vistoso y le aporta un punto ácido.
Filetes de lubina al horno con romero
Ingredientes
Para 2 personas:
- 1 o 2 filetes de lubina por persona
- 4 patatas medianas
- 1 cebolla grande
- 1 puñadito de tomates cherry
- Unas ramitas de romero fresco
- Una cucharadita de tomillo seco (opcional)
- 1/4 limón
- Sal y aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Precalentad el horno a 200º y escoged una bandeja de horno que sea lo suficientemente grande para que quepa todo todo el pescado en una misma capa.
- Pelad las patatas y cortadlas en rodajas no demasiado finas pero tampoco muy gruesas. Cortad la cebolla en juliana.
- Disponed una capa de patatas sobre el fondo de la bandeja, luego una capa de cebolla y unas cuantas patatas sobre la cebolla. A continuación poned los tomates cherry encima, aleatoriamente. Regadlo todo con un buen chorro de aceite de oliva virgen y poned sal al gusto y unas ramitas de romero. Metedlo en el horno a 200º durante unos 25 a 30 minutos o hasta que las patatas se vean blanditas.
- Mientras tanto, preparad los filetes de lubina poniéndoles sal y limón y, si os gusta, un poquito de hojas de tomillo secas.
- Cuando las patatas ya estén, poned los filetes en la fuente sobre la cama de patatas, cebolla y tomates y horneadlo todo junto durante unos 25 a 30 minutos, o hasta que el pescado quede hecho y ligeramente dorado.
Las ramitas de romero os servirán de decoración en el plato. También podéis añadirlo fresco como un toque final. Otra opción es picarlo y ponerlo sobre las patatas cuando lo introducís en el horno para añadir sabor al plato.