Afortunadamente, hoy en día todos tenemos una “culturilla” en lo que a quesos se refiere, y más o menos sabemos cómo conservarlos, pero permitidme que hagamos un repaso de algunos conceptos referentes a cómo guardarlos y por cuánto tiempo.
Cómo guardarlo y a qué temperatura:
Por supuesto hablando de quesos no se puede generalizar. La temperatura de conservación dependerá de si son:
- De pasta dura, entre los 8 y los 10 grados.
- De pasta blanda, entre los 4 y los 8 grados
En las zonas de calor es recomendable guardarlos en la nevera.
Si los guardáis en la nevera tendréis que tener en cuenta que hay que envolverlo muy bien. Siempre, lo mejor, utilizad el envoltorio original o en su defecto papel. Podéis comprar papeles encerados especiales para conservar queso en casa. De todos los métodos que existen, el papel es el que menor cantidad de agua absorbe, por lo que es un sistema especialmente ideal para los quesos suaves. Sin embargo, si no disponéis de papel, es muy útil el papel film (sin apretarlo demasiado para evitar la aparición de moho). Otra opción es el papel de aluminio.
Si es un queso duro lo que queréis conservar, y en la corteza lleva moho, es mejor envolverlo con un trapo de algodón un poco humedecido -no mucho- para evitar que la corteza se seque y se agriete.
Si optáis por guardarlos en recipientes cerrados, tipo túper, tened cuidado con los quesos blandos ya que pueden fermentar y estropearse más rápidamente.
Otra forma de conservación, sin lugar a dudas, es la congelación. Personalmente no soy amiga de esta práctica porque los quesos blandos y cremosos, al congelarlos, pìerden parte de su aroma y sabor y los duros, una vez descongelados, se pueden romper al cortarlos Los que mejor congelan son los quesos rallados que se utilizarán para gratinados o para pizzas, etc.
Si guardáis el queso en el frigorífico, a la hora de consumirlo hay que tener en cuenta que la temperatura ideal para tomarlo es de entre 18 y 20 grados para los blandos y de 22 y 24 grados para los de pasta semi o dura. Cuanto más grande la pieza a consumir más tiempo se precisa para que el queso se atempere.
Por cuánto tiempo puede conservarse:
Cada clase de queso dura un tiempo diferente. Por ejemplo:
- Los frescos, los de pasta blanda, los poco curados, y los bajos en grasa son los que menos tiempo se pueden conservar. Estos tipos de quesos no durarán más de 15 o 20 días y siempre en nevera. Mucho cuidado con las fechas de caducidad.
- También en el caso de las tortas hay que ser cuidadosos con el tiempo de conservación. Nunca más de un mes.
- Los quesos de cabra de pasta prensada de medio kilo se conservan durante un mes; lo de un kilo, durante dos meses. Formatos mayores, como los de los quesos canarios, pueden llegar a los cinco meses.
- Los de oveja, de pasta prensada, son los que se más tiempo se pueden conservar. 1 kg se puede conservar durante meses y, además, cuanto más dura sea la pasta y más grasa sea la leche, mejor se conservará.
Y ya sabéis lo que dice el refrán: Bebe vino y come queso y llegarás a viejo