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Cómo conservar el queso en casa

Cómo conservar el queso en casa 1

Afortunadamente, hoy en día todos tenemos una “culturilla” en lo que a quesos se refiere, y más o menos sabemos cómo conservarlos, pero permitidme que hagamos un repaso de algunos conceptos referentes a cómo guardarlos y por cuánto tiempo.

Lo mejor para su conservación es guardarlo en un lugar fresco y oscuro y no debe estar demasiado seco ni demasiado frío. Lo mejor es almacenarlo en una sola pieza, ya que se secará con menos rapidez y conservará todo su sabor. La temperatura y la humedad son factores importantes a la hora de su almacenamiento. Una temperatura inadecuada y los cambios frecuentes de temperatura pueden tener un efecto indeseable en la calidad del queso. La temperatura ideal para su conservación es de entre 4°C y 8°C. Lo recomendable es que se mantenga a temperatura ambiente de aproximadamente  18ºC  a 20°C durante 30 a 45 minutos antes de su consumo.

Cómo guardarlo y a qué temperatura:

Por supuesto hablando de quesos no se puede generalizar. La temperatura de conservación dependerá de si son:

En las zonas de calor es recomendable guardarlos en la nevera.

Si los guardáis en la nevera tendréis que tener en cuenta que hay que envolverlo muy bien. Siempre, lo mejor, utilizad el envoltorio original  o en su defecto papel. Podéis comprar papeles encerados especiales para conservar queso en casa. De todos los métodos que existen, el papel es el que menor cantidad de agua absorbe, por lo que es un sistema especialmente ideal para los quesos suaves. Sin embargo, si no disponéis de papel, es muy útil el papel film (sin apretarlo demasiado para evitar la aparición de moho). Otra opción es el papel de aluminio.

Si es un queso duro lo que queréis conservar, y en la corteza lleva moho, es mejor envolverlo con un trapo de algodón un poco humedecido -no mucho- para evitar que la corteza se seque y se agriete.

Si optáis por guardarlos en recipientes cerrados, tipo túper, tened cuidado con los quesos blandos ya que pueden fermentar y estropearse más rápidamente.

Otra forma de conservación, sin lugar a dudas,  es la congelación. Personalmente no soy amiga de esta práctica porque los quesos blandos y cremosos, al congelarlos, pìerden parte de su aroma y sabor y los duros, una vez descongelados, se pueden romper al cortarlos  Los que mejor congelan son los quesos rallados que se utilizarán para gratinados o para pizzas, etc.

Si guardáis el queso en el  frigorífico, a la hora de consumirlo hay que tener en cuenta que la temperatura ideal para tomarlo es de entre 18 y 20 grados para los blandos y de 22 y 24 grados para los de pasta semi o dura. Cuanto más grande la pieza a consumir más tiempo se precisa para que el queso se atempere. 

Por cuánto tiempo puede conservarse:

Cada clase de queso dura un tiempo diferente. Por ejemplo:

Guía Repsol – Quesos de cabra tapa prensada
Guía Repsol – Quesos de oveja tapa prensada

Y ya sabéis lo que dice el refrán:  Bebe vino y come queso y llegarás a viejo

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