El término comfort food apareció a principios de la década de los setenta en Estados Unidos (nombrado por primera vez en el diario The Palm Beach Post en el Sur de Florida) y se popularizó en Europa en el año 2014, gracias al libro “Comfort Food“ escrito por el cocinero británico Jamie Oliver. Según explica el cocinero en su libro, la “comfort food” se refiere a aquellos platos que te hacen recordar las tradiciones y tu infancia. La cocina de siempre, que hemos conocido siempre y que nos hace sentir bien.
Generalmente la “confort food” se caracteriza por su alta naturaleza calórica, alto nivel de carbohidratos o una preparación simple. Son platos asociados a la seguridad de la infancia (la tortilla de patatas de tu madre o un caldo). Desde luego la “comfort food” es algo muy subjetivo y guarda relación con recuerdos, olores, sabores e incluso colores. ¿Cuál es tu plato “de toda la vida” que podrías definir como tu “comfort food”?
Y todo esto ¿por qué lo estoy contando? Pues para daros una receta muy, muy fácil, y presente en millones y millones de hogares, que estoy segura es, para muchos, su “comfort food“: Huevos fritos con patatas fritas.
Los huevos fritos con patatas es quizás uno de los platos más apreciados del mundo. Lo mismo lo puedes preparar para un desayuno, para una comida o para una cena. Sin embargo, a pesar de que apetece siempre y no nos cansaríamos de comerlo, es una receta de la que no conviene abusar porque es altamente calórica. Pero de vez en cuando conviene disfrutarlo ¡sin remordimientos!
Podemos añadir un poco de jamón o embutido al plato y entonces ya tocaremos el cielo.
Podéis acompañar con un poco de jamón, unos pimientos fritos, embutido…
Huevos fritos con patatas
Ingredientes
Preparación