Esta receta es muy reconocible por su llamativo color verde, tomado en préstamo de la albahaca. El encanto del pesto reside en su sabor fresco y crudo. Nunca lo calentéis aunque sí podéis calentar el plato en el que vais a servir la pasta.
Esta receta es muy reconocible por su llamativo color verde, tomado en préstamo de la albahaca. El encanto del pesto reside en su sabor fresco y crudo. Nunca lo calentéis aunque sí podéis calentar el plato en el que vais a servir la pasta.