Berenjena rebozada

Berenjena rebozada en harina y huevo

Esta receta de berenjena rebozada es un plato de acompañamiento tradicional y mi madre solía freírla de esta manera. La berenjena se corta en rodajas, se deja reposar con sal para que exude el jugo amargo y después se pasa por harina, y a continuación por huevo, y se fríe en aceite de oliva hasta que esté dorada y crujiente. Jugosa por dentro, perfecta …

Además de en España, son muchos los países en los que se come berenjena rebozada y frita con ligeras variaciones: Italia, Grecia, Turquía, o incluso Sudáfrica, y actualmente es fácil encontrarla en Estados Unidos. Es un alimento de propiedades muy beneficiosas para la salud.

Las berenjenas pesan muy poco porque tienen una estructura esponjosa y contienen mucho aire.  Esta característica hace que absorba mucho los líquidos con los que la cocinemos  pero también el aceite. Las berenjenas fritas resultan muy grasientas. Una de las razones para rebozarlas es para que no absorban tanto aceite.

Para esta receta he usado la berenjena morada de un tamaño mediano. Si queréis consultar una guia de berenjenas, para saber más sobre ellas, podéis consultar aquí.

Fritas de esta manera las berenjenas no quedan especialmente crujientes pero se consigue una textura muy suave y se aprecia el sabor de la berenjena en cada bocado.

La alternativa es rebozarla sólo con harina y no pasarla por huevo. Queda más crujiente y deberéis cortarla un poco más fina. En algunas zonas de Andalucía remojan las rodajas de berenjena en leche durante al menos una hora antes de freiarlas. Si hacéis esto también contribuís a quitarles el sabor amargo. Las escurrís bien, mejor secarlas con papel de cocina, y rebozadlas únicamente el harina. Las berenjenas rebozadas y fritas de esta manera están realmente buenas.

Berenjena rebozada

Berenjena rebozada en harina y huevo

Ingredientes

  • 1 berenjena
  • harina
  • 2 huevos
  • sal y aceite de oliva


Preparación

Cortad la berenjena en rodajas de aproximadamente entre medio y un centímetro de grosor según os gusten de gruesas.

¿Tenéis que pelar la berenjena? ¡Absolutamente no!. La piel de la berenjena es perfectamente comestible.

Con el propósito de eliminar cualquier vestigio de amargor, evitar que absorban tanto aceite al freírlas y que queden más crujientes, primero dejad las rodajas en remojo con agua y sal  durante una media hora y escurridlas antes de rebozar. Otra opción es ponerlas a remojo con cerveza, en lugar de agua con sal,  porque ayuda a evitar que absorban excesivo aceite al freírlas. Por último, podéis colocarlas en un plato y salar cada capa, dejándolas durante 15 minutos. Veréis que “sudan” un jugo marrón amargo. Podéis secar las rodajas con un papel de cocina o no antes de rebozar o freír.  

  1. Preparad dos recipientes o platos. Uno con harina y el otro con los huevos ligeramente batidos, como se fuesen para tortilla. Rebozad bien las rodajas de berenjena con la harina y luego con el huevo. Es importante que las rodajas de berenjena queden bien recubiertas de harina y después de huevo. Aseguraos que el huevo se adhiere a la harina.
  2. Calentad el aceite en una sartén grande y freíd las rodajas por lotes, durante 2 o 3 minutos por cada lado o hasta que las veáis doraditas. Es importante que el aceite esté muy caliente, nunca por debajo de los 170 grados.
  3. Una vez frita la berenjena, dejad reposar las rodajas de berenjena sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Mejor servirlas calientes. Probablemente necesitarán un poco de sal. Probadlas y espolvoreadlas con sal, si lo veis necesario, cuando todavía estén calientes.

Podéis guardar la berenjena rebozada y así frita en el frigorífico hasta  cinco días o incluso podéis congelarla dentro de una bolsa de plástico o en un recipiente de plástico con tapa hermética hasta seis meses.

Berenjena rebozada
Berenjenas como acompañamiento de bacalao frito

12 Comments

  1. Estas las he comido hoy como tú dices y he puesto una invención Jordana y griega con un poquito de miel algunas y yogur ácido otras… las berenjenas son muy socorridas y en subsistencia en ni manual puedo hacerlas 😘😘😘😘

  2. Adoro las berenjenas, mis tías las preparaban dejándolas “sudar”, como buenas andaluzas eran expertas en freír. Gracias por compartir

  3. Una receta de toda la vida. Me transporta a casa mis padres. Mi madre la cocinaba exactamente igual para acompañar diversos platos. Saludos !!!!

  4. Sencillicas, sin alharacas y buenísimas. Bien se vale que de las fotografiadas no se pueden hurtar, que si no… ¡lo limpio que se hubiera quedado ese plato! Je, je.

  5. Pingback: Berenjena rebozada en harina y huevo – Rafael Fernández Miquel

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