Hervido Valenciano

La cocina atesora un poquito de nuestra historia. El hervido, conocido también como “bullit”, es un plato típico de la Comunidad Valenciana, muy sano y fácil de elaborar, y no hace tantos años que se tomaba con frecuencia casi diaria para cenar, tanto en invierno como en verano.

El hervido se prepara con las verduras propias de cada temporada. Los ingredientes fundamentales del hervido son la patata, la cebolla y la judía. Pero cada época del año y cada región tiene sus variantes propias. Entre las verduras que se pueden incluir en el hervido están la zanahoria, la alcachofa, la espinaca, el nabo, la acelga … Es un plato muy sano, ya que es poco calórico y se digiere muy fácilmente.

Hervido Valenciano

Dificultad: fácil
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Ingredientes

Ingredientes por persona:

1 patata
1 zanahoria
100 g de judías verdes
1 cebolla pequeña/mediana
sal y aceite de oliva virgen

Preparación

Poned a hervir agua en una olla.

Pelad y trocead las verduras:

Cuando el agua hierva se echan las verduras -para que las judías verdes y las zanahorias conserven todo su colar echad primero las judías y cuando el agua comience a hervir de nuevo echáis las zanahorias- y 10 minutos después las patatas

Dejad hervir durante 20 o 25 minutos. Comprobad que esté cocida la patata. Si no lo estuviese, dejad hervir un poquito más.

Podemos servirlo tanto escurrido como con caldo. Añadid un poco de sal y aceite de oliva.

Web: Commememucho

Curiosidades:

La gente que prefiere el hervido con caldo suele aplastar las verduras con el tenedor.

El caldo tiene varios usos, podéis guardarlo en la nevera o congelarlo y hacer una sopa, unos fideos …

Se puede servir con el hervido un huevo duro, o también añadir un poco de bacalao seco desmigado.

Al hervir, los alimentos liberan vitaminas y minerales, así como sabor, que queda en el caldo. Si lo que queremos es hacer caldo lo aconsejable es hervir empezando con el agua fría, lo que supondrá un mayor tiempo de cocción y facilitará la liberación de nutrientes de los productos que introduzcamos en el agua (verduras, carne, pescado…) En cambio si echamos los ingredientes al agua ya hirviendo el cambio brusco de temperatura en los alimentos facilita que se cierren los poros y reduce la pérdida de nutrientes.